Levín, S. (2019) ¿Ha finalizado la fase húmeda de los ciclos de lluvia en la región pampeana? Documento de Investigación del Centro para la Investigación como Crítica Práctica, Buenos Aires.

RESUMEN

El presente trabajo intenta contestar la pregunta de su título y para ello se hizo una actualización de otro realizado por el autor en 2011 “Fluctuaciones cíclicas de las precipitaciones en la Región Pampeana”. Se actualizó las series mensuales de precipitaciones de 32 estaciones meteorológicas hasta mayo de 2018. A partir de allí se obtuvieron los valores de los trimestres de verano, otoño, invierno y primavera y para el total del año hidrológico y se calcularon los ciclos por un procedimiento de medias móviles iterativas. Se realizaron Gráficos de los ciclos de entre 16 y 29 años y de entre 4 a 7 años para cada Estación Meteorológica, para el Total de lluvias y para cada uno de los trimestres. Cuando se observa los Gráficos de lluvias totales se ve que en la mayor parte de las Estaciones Meteorológicas están en el punto de mínima o saliendo de ese punto del último ciclo de 16 a 29 años, por lo que para los próximos años cabe esperar que estos valores de lluvias aumenten con respecto al promedio. En la mayor parte de las localidades la caída de las lluvias totales cuando se da se debe más que nada a la fuerte disminución de las precipitaciones de otoño e invierno y no a las de verano que se mantienen cercanas al promedio. A diferencia de las lluvias totales, las de verano en el presente ciclo, en general, o vienen cayendo o creciendo desde hace varios años. Las lluvias de primavera y verano son la principal determinación de los rendimientos de los cultivos de verano.  En general, las áreas donde descienden las lluvias de verano no son las de más importancia agrícola y solo puede afectar a cultivos de maíz y de girasol. En cambio, en las zonas que vienen aumentando, tiene mucho más peso la soja, y aunque en muchas estaciones meteorológicas ya lleva varios años de crecimiento, aunque cambiara la dirección del ciclo, éste está en un nivel muy alto por lo que en promedio son más factibles los excesos que las sequías. En el caso de las lluvias de primavera en casi todas las localidades las precipitaciones en el último ciclo o han llegado al mínimo, o han comenzado a subir, esto hace que se pueda esperar que, en los próximos años, en promedio aumenten. Este comportamiento va a favorecer -en el caso que no haya excesos- especialmente al maíz temprano, siempre y cuando no perjudiquen la siembra. En el caso de la soja y los maíces tardíos o de segunda podría favorecer las primeras etapas de los cultivos, pero no en los estados críticos de los mismos, donde son fundamentales las lluvias de verano especialmente las que se den en esos estados. Las precipitaciones de otoño e invierno están empezando a crecer. Esto podría favorecer el doble cultivo trigo- soja de segunda, si es que no se producen excesos.

PALABRAS CLAVE: Ciclos lluvias; Lluvias en Argentina; Cambio climático; Climatología; Ciclos precipitaciones

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ANEXO I

ANEXO II

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