Iñigo Carrera, J. (2003). El Capital: razón histórica, sujeto revolucionario y conciencia. Imago Mundi.

Iñigo Carrera, Juan El Capital: razón histórica, sujeto revolucionario y conciencia Ediciones Cooperativas, 2003. Segunda edición, Imago Mundi, Buenos Aires, 2013. ISBN: 978-950-793-161-1

ÍNDICE

– Prólogo

– Sección Primera: Razón histórica y sujeto revolucionario

– Capítulo 1. La razón histórica de existir del modo de producción capitalista y la determinación de la clase obrera como sujeto revolucionario.

Sección Segunda: El desarrollo histórico concreto

– Capítulo 2. Transformaciones en la acumulación de capital. De la producción nacional del obrera universal a la fragmentación internacional de la subjetividad productiva de la clase obrera.
– Capítulo 3. El estado capitalista
– Capítulo 4. A propósito de la URSS
– Capítulo 5. La tasa general de ganancia y su realización en la diferenciación de los capitales industriales
– Capítulo 6. Crisis y ciclos de la acumulación de capital

Sección tercera: El método científico

– Capítulo 7. El método dialéctico. Crítica de la teoría científica
– Capítulo 8. El conocimiento matemático. Crítica de la lógica formal y del análisis matemático
– Capítulo 9. El desarrollo del método dialéctico por Marx
– Capítulo 10. De la crítica de la economía política a la economía política crítica. El caso de Rubin y sus herederos

SÍNTESIS DEL CONTENIDO

¿Qué hacer? ¿El problema reside en no haber actuado después de interpretar al mundo, o el problema reside en la interpretación misma como base para organizar la acción transformadora? La teoría científica ha puesto en evidencia que toda representación teórica tiene su alcance limitado a ser una forma de concebir la realidad, una forma de interpretar al mundo. La acción humana consciente parece chocar, así, contra un límite absoluto al conocimiento de su propia necesidad. Este no es un abstracto tema epistemológico. Si el conocimiento científico estuviera condenado a detenerse en la interpretación, la transformación de la sociedad actual en una sociedad basada en la individualidad libremente consciente -el socialismo o comunismo- estaría condenada a la imposibilidad. Otra vez ¿qué hacer? Sólo cabe enfrentar la cuestión del que hacer mismo de manera radical. Esto es, a partir de enfrentarnos críticamente a las determinaciones de nuestro ser social, poniendo todo en duda.

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