Iñigo Carrera, J., (2015). Del capital como sujeto de la vida social enajenada a la clase obrera como sujeto revolucionario. Presentado en el Coloquio Internacional Sujeto capital – sujeto revolucionario. Epistemología y análisis crítico del Sistema Capitalista y sus contradicciones, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Ciudad de México, del 6 al 8 de octubre de 2015.

RESUMEN

El género humano se determina como sujeto histórico por el desarrollo de las fuerzas productivas de su trabajo. El modo de producción capitalista es la forma históricamente específica de realizar ese desarrollo mediante la objetivación de la relación social general como capital. El capital pone en marcha el trabajo social con la finalidad inmediata, no de producir valores de uso para la vida humana, sino de producir más de sí mismo, o sea, más capacidad para poner en marcha el trabajo social como un proceso cíclico automático cuya finalidad inmediata es la reproducción ampliada de la propia relación social general objetivada. En consecuencia, el capital se enfrenta a los sujetos humanos que lo producen como si fuera el sujeto concreto del proceso de vida social enajenada en él. Al sustituir la dependencia personal por el vínculo social cosificado, la enajenación en el capital determina a los individuos como recíprocamente libres; de modo que su conciencia y voluntad libres son la forma que toma su conciencia y voluntad enajenadas. La producción de plusvalía relativa es la forma capitalista del desarrollo de las fuerzas productivas, y su base reside en socializar el trabajo privado. De ahí la contradicción absoluta del modo de producción capitalista, forma históricamente específica con que la subjetividad genéricamente humana se desarrolla transformando las fuerzas productivas del trabajo libre individual en fuerzas productivas del trabajo social conscientemente organizado por el propio obrero colectivo que lo realiza bajo la forma contradictora del trabajo privado. El producto del trabajo de la clase obrera toma crecientemente la forma material del desarrollo de la capacidad para organizar científicamente el proceso de producción social, mientras que su forma social de plusvalía sigue enfrentando a la clase obrera como una potencia enajenada que escapa a su control objetivo y la somete a brutal explotación. Esta contradicción está portada en el método mismo con que la clase obrera produce su conciencia científica. El desarrollo de las fuerzas productivas sociales puestas privadamente en acción avanza en su contradicción absoluta hacia la organización general del trabajo como una potencia directamente social. La superación de esa contradicción absoluta toma necesariamente la forma material de una revolución social en la que la clase obrera realiza su propio fin. Se trata de la superación del modo de producción capitalista en la organización consciente general de la vida social por los individuos libremente asociados. Para lo cual la clase obrera necesita desarrollar su conciencia científica con base en un nuevo método que permita reconocer, en la enajenación, a la sustancia histórica de la libertad

PALABRAS CLAVE: Sujeto; Capital; Método dialéctico; Acción revolucionaria;

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