RESUMEN
Constituye casi un lugar común, tanto entre los apologistas de distintos momentos del proceso argentino de acumulación de capital como entre los críticos a las formas de este proceso, el afirmar que la moneda nacional ha tendido a encontrarse subvaluada de manera dominante a lo largo del desarrollo histórico. Resulta notable la coincidencia en dar como fundamento de esa afirmación las apariencias más inmediatas, lo que “parece lógico”, lo que “es evidente”, cayéndose incluso en la vulgaridad de apelar a la experiencia cotidiana del desgraciado “bolsillo”. Por su parte, los pocos casos en que se busca fundamentar la afirmación mediante un análisis estadístico, dejan al descubierto una cruda manipulación de los datos. La crítica de la economía política no puede basarse en este tipo de construcciones abstractas. Ni, mucho menos, legitimarlas indirectamente como expresiones del rigor científico al caer en la superficialidad de lo que “parece o no parece”. Y no se supera la abstracción por realizarla en el nombre del “análisis concreto de la situación concreta” propuesto por Lenin. Tampoco se trata de tomar las apariencias inmediatas, aislándolas de sus determinaciones; lo cual sólo puede tener como resultado convertirlas en otras tantas abstracciones. Por el contrario, la crítica de la economía política sólo puede partir del desarrollo de las determinaciones en juego hasta poder reconocer a las manifestaciones inmediatas como las formas concretas necesarias de realizarse esas determinaciones.
PALABRAS CLAVE: Tipo de cambio; Productividad del Trabajo; Sobrevaluación; Renta de la tierra