RESUMEN
La acumulación de capital en la gran industria transforma la materialidad del trabajo, determinando a la subjetividad productiva de los obreros de tres modos divergentes: degrada la aplicada al trabajo simplificado; desarrolla la aplicada al control científico de las fuerzas naturales; destruye la de la población obrera a la que determina como sobrante. Mediante la robotización y el ajuste computarizado de la maquinaria, el capital se libera de reproducir las dos primeras subjetividades de un modo relativamente indiferenciado. Recurre a la forma nacional de la acumulación mundial para fragmentarlas. Esta fragmentación lleva consigo el flujo internacional de plusvalía entre los capitales industriales normales y los pequeños, así como el relacionado al desarrollo científico de la productividad del trabajo. La superpoblación obrera del este asiático se transforma en fuerza de trabajo simple barata. La misma fragmentación de los atributos productivos se desarrolla dentro de los países clásicos mediante la inmigración y las asociaciones internacionales como la UE y el NAFTA. El capital incrementa así su acumulación a expensas de abaratar relativamente la fuerza de trabajo y de multiplicar la superpoblación obrera mundial, a la par que retrocede en su necesidad histórica de producir al obrero como un individuo de capacidades y necesidades universales.
PALABRAS CLAVE: Capital; Clase obrera; División internacional; Subjetividad productiva